1. Alcohol bucal - Las máquinas para medir el aliento están diseñadas para medir el aire, no el líquido. Cuando se bebe alcohol, una parte queda atrapada entre los dientes. Del mismo modo, cuando una persona eructa, el alcohol líquido se mezcla con la saliva. Si bien este tipo de alcohol bucal puede parecer mínimo, ciertamente no lo es tanto para una máquina del aliento que está diseñada para medir el alcohol en el aliento de una persona, no en la saliva. Lo que lo hace peor es que los agentes de policía son conocidos por pedir que soples en un alcoholímetro tan fuerte como puedas durante tanto tiempo como puedas. Cualquiera que haya tocado una trompeta o soplado en un globo sabe lo que ocurre cuando se sopla en algo con fuerza: se escupe saliva. En el caso de un DUI, el BAC medido puede ser muchas veces más alto debido a la presencia de alcohol en la boca.

2. Aumento del nivel de alcoholemia - dependiendo del tiempo y la cantidad de consumo, el nivel de alcoholemia de una persona puede seguir aumentando varias horas después de la última copa. Por ejemplo, supongamos que son las 11 de la noche y usted acaba de tomar su última copa y está conduciendo de vuelta a casa, podría estar en un 0,06%, pero a las 12 de la mañana o la 1 de la madrugada, cuando se le administre una prueba química en la comisaría, podría registrar un 0,09% o más. En otras palabras, los resultados obtenidos simplemente no reflejan su alcoholemia en el momento de conducir.

3. Absorción - como mencionado arriba, lo que hace DUI ilegal es el alcohol en el torrente sanguíneo que deteriora el cerebro. El problema con las maquinas de aliento es que funcionan midiendo el ALIENTO y convirtiendolo en una lectura de ALCOHOL EN SANGRE. Así que si el "aliento" refleja un 0,10% BAC, pero la "sangre" en realidad contiene sólo un 0,03% BAC, entonces usted puede ver cómo una persona inocente es condenada por DUI. El hecho es que, cuando una persona todavía está absorbiendo alcohol y sopla en un alcoholímetro, los resultados SIEMPRE serán más altos, ¡a veces de 3 a 5 veces más altos! La razón es que la persona todavía está absorbiendo alcohol, un proceso que puede tardar hasta varias horas, especialmente si hay comida en el estómago. Durante la absorción, el alcohol consumido no ha tenido tiempo suficiente para entrar completamente en el torrente sanguíneo, por lo que el alcohol "aliento" medido puede estar muy lejos del alcohol "sangre", que es lo que afecta al cerebro. Recuerde que los estatutos de DUI se refieren al "nivel de alcohol en la sangre", no en el aliento.

ANÁLISIS DE SANGRE:

Los análisis de sangre suelen ser más precisos que los de alcoholemia, porque la sangre se mide directamente y no es necesario convertirla a partir de la alcoholemia. Sin embargo, además de ser vulnerables al ataque del aumento de la tasa de alcoholemia (véase más arriba), las muestras de sangre no suelen conservarse adecuadamente, y los resultados pueden ser igual de sesgados. Considere lo siguiente: 1. Fermentación - después de que la sangre se extrae y se pone en un vial, el Título XVII requiere que un anticoagulante y un conservante se coloquen en el vial, que luego debe ser agitado. El anticoagulante impide que la sangre se coagule, y el conservante evita la fermentación, por la que la sangre se echa a perder -como la leche agria- y el contenido de alcohol se multiplica. El problema es que la mayoría de los viales de sangre en casos de DUI permanecen en la comisaría sin refrigerar durante varias semanas antes de que alguien se ponga siquiera a la tarea de evaluarla. Esto se une al hecho de que las fuerzas del orden a menudo no están familiarizadas con los requisitos del Título XVII, y hacen un mal trabajo documentando la cadena de custodia del vial. Esto significa que la tasa de alcoholemia obtenida de la muestra "contaminada" puede ser mucho más alta que la tasa de alcoholemia de la misma muestra el día en que se extrajo del brazo.

CONTROL DE ALCOHOLEMIA:
La mayoría de las personas que son detenidas en un Punto de Control de DUI nunca cuestionan la legitimidad del Punto de Control en sí. El hecho es que los puntos de control tienen que ser adecuadamente establecidos y mantenidos, o de lo contrario la parada (y la subsiguiente DUI) carece de causa probable.
Por ejemplo, un puesto de control debe establecerse a una hora y en un lugar que tengan sentido y que produzcan suficientes detenciones por conducir bajo los efectos del alcohol para compensar la carga que supone para el público. Además, deben colocarse señales para advertir a los conductores con antelación, con rutas de escape para los conductores que deseen evitarlo.
Recuerde que corresponde al Estado demostrar que el control es legítimo (una vez que el acusado ha planteado la cuestión). Nunca dé por hecho que lo es.